10 septiembre, 2009

Opresión...

"¡¿Cómo me puedes preguntar algo así?!"
Sus lágrimas brotaron nuevamente,
como si las mías no lo fueran a hacer.
Las miradas fulminantes hicieron temblar mi seguridad.

Quise escapar...
Llamaba con desesperación a alguien quien me pudiera rescatar...
Las lágrimas no tardaron, como es costumbre.
Al fin, alguien contestó.
No evité pedir permiso y salir lo más rápido que mi pie dañado podía.

Todas las miradas se agolparon en mi opaco semblante.

"¿Aló? ¿Dónde estás? Estoy aquí afuera...¿Kao?" mi nombre, mi apodo, mi pena. Resonó con fuerza. Me dolió saberme viva.
"Estoy.. aquí.." mis máximos esfuerzos...
"Aquí ¿Dónde? Kao.. no te veo po', dime..."
"Mira bien..." Mis máximos esfuerzos acabaron en un hilillo de voz.

Me di vuelta, porque no podía mirar a la cara,
cada vez que lloro y me siento desvanecer, no puedo mirar a la cara;
por vergüenza, por miedo a que se rían de mi.

El abrazo que esperaba no tardó en llegar,
y una presencia sentí llegar...
Creo que después de todo sigues estando allí...

Y estoy mareada, no sé si es debido a el dolor punzante del pie...
o por lo que quiero cambiar, obtener y mejorar.
No lo sé.

0 comentarios: