Tan simple como una navaja que cae al piso,
para quebrar la tierra
luego seduce a la sangre que caiga gota por gota detrás de ella.
Tan complejo como contemplar el cielo con nubes,
y dormir plácidamente.
Tan simple como desgarradores gritos de desconsuelo,
los cuales persisten hasta el día de hoy,
todos acallados por una fuerza más poderosa que tu propio bienestar.
Tan complejo como regalar un beso,
y sentir que el mundo puede ser mejor.
Tan simple como hacer una regresión,
percatarte de que fuiste una caca de persona,
y que por eso vives lo que vives, y tampoco pretendes mejorarlo.
Tan complejo como hablar con algún amigo de plena confianza,
y reírte sin forzar las emociones, reírte sinceramente.
Tan simple como encontrar a un hombre que no te mienta,
mientras más le rebusques a uno que sea honesto,
más mierda encuentras.
Tan complejo como encontrar un diente de león en primavera,
y soplarlo para poder dar gracias a la tierra de esas simples alegrías.
Dos segundos.
Hay algo que está mal.
Creo que estamos confundiendo lo complicado con lo fácil.
Confundiendo quienes somos y para donde vamos.
Confundiendo estúpidamente lo que nos hace feliz de lo que nos pesa.
Confundiendo lo simple de lo complejo.
01 abril, 2011
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