13 junio, 2009

Por mi.

Me levanto todos los días, casi por rutina,
y casi por mi.
Salgo de mi casa apurada para tomar el metro
que me libera de la tardanza y de mala gente.
Busco a mi amiga y me voy hablando de cualquier cosa.
...Cualquier cosa...
Miro las hojas cafés de un retardado otoño,
y miro el cielo gris de una lluvia que se aproxima con suma lentitud.
Sonrío, pese al frío y a mis pocas ganas de ir al liceo.

Mis amigas me buscan una nueva persona,
y me dicen lo que saben sobre ciertas personas atractivas.
Pero no hay esperanzas, todo es vano, todo es efímero.
Son ganas momentáneas, duran el recreo, no más.

Me gustaría tener en alguien en quién pensar,
mas tengo tantas amigas por las cuales dar cada minuto del día,
tengo tanto que estudiar, tanto que aprender, tanto que entregar todavía.
Me gustaría tener todo lo que dicen de mi.
Me gustaría ser como quieren que sea, como dicen que soy o como quiero ser.
Pero no lo soy.
Soy... sólo yo.
Existo para estar y ser un adorno o un trofeo más.
Existo para las bromas y para los juegos y las apuestas.
Existo para todos como quien está sentada al final de la fila en medio del pasillo.

Extraño mucho a muchos.
Extraño aquel pasado lejano en el cual yo estaba de verdad feliz.

De a poco me recupero.
Ayer leí algo que me dejó mal,
ese fuego volvió a quemar un poco.
Pero esta vez sólo fue un poco.
Esta vez fue.. menos.
Y me alegré por eso.

Como pasa volando el tiempo, como pasan los minutos corriendo.

Eso me hizo pensar en porque sigo viva.... Y creo que...
Estoy viva por mis amigas, por mi papá, por mi mamá
y sobretodo por mi hermanita.
Estoy viva por mis promesas y por mis sueños.
Estoy aquí viva porque quiero ayudar a seres perdidos en un abismo del cual no pueden salir.
Estoy aquí para ayudar a quien pueda y hacer lo mejor que pueda.
Estoy aquí por ellos.

No es mucho... Pero es lo que puedo entregar...
No es mucho... Pero es lo que quiero otorgar.
No es mucho... Lo sé.

Cada día algo me inyecta felicidad para entregar,
y cada día esa felicidad se encarna en mi,
ya no es falsa, ya no es una máscara,
cada día de verdad soy un poquito más que el anterior.

No es que antes no haya sido feliz,
si no que durante dos semanas esta sensación me abandonó por completo.
Simulaba estarlo mas no era así.

No simules, te haces daño.

0 comentarios: